La avalancha de datos emergentes que estamos sufriendo se ilustra con la afirmación de que «entre los albores de la civilización y el año 2003, sólo creamos 5 exabytes de información. Ahora estamos creando esa cantidad cada dos días.» (Smolan, R., & Erwitt, J., 2012) [1]
Esta afirmación tan demoledora, deja patente el papel tan importante de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la era actual como potenciadores del desarrollo de la información. Y lo más importante de todo esto, es que mientras que en el pasado el acceso a la información estaba vetado a unos privilegiados y su reproducción y distribución estaban sujetas a la velocidad de los medios de transporte (Adell, J., 1997) [2] en estos momentos, y sólo sujeto al hándicap de la dependencia tecnológica y del control por parte de algunos gobiernos, la información se encuentra un clic de distancia.