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Nativos y Huérfanos digitales

Se les denomina Nativos Digitales a aquellos que «nacieron» con las TIC.

Últimamente este término está en boca de todo el mundo para referirse a las nuevas generaciones y también como excusa para justificar la famosa brecha digital que les separa de sus progenitores. 

Pero, ¿es esto cierto?, ¿realmente las nuevas generaciones, que nacen con una tablet debajo del brazo, adquieren las competencias necesarias para sacarles todo el rendimiento que ofrecen?.

Pues la respuesta parece ser un NO rotundo.

En una entrevista realizada por el periódico El País a Francisco Ruiz Anton, director de Políticas Publicas y Relaciones Institucionales de Google España y Portugal en la sede de la compañía de Madrid, declara que:

Los jóvenes Españoles no tienen las competencias digitales que está demandando el mercado laboral. La UE ha advertido que de ahora a 2020 habrá 900.000 puestos de trabajo vinculados al ámbito de la economía digital que no se podrán cubrir porque no hay profesionales con las habilidades necesarias para hacerlo.

Pero, ¿cómo puede ser que pasando, como pasan, tantas horas frente a dispositivos conectados a Internet no sean capaces de adquirir las competencias TIC tan demandadas?

Lo que realmente está pasando, es que los estudiantes no son capaces de vincular estas tecnologías a su proceso de aprendizaje. Es más, el aprendizaje para ellos es sinónimo de aburrimiento… por lo tanto, a ojos de un estudiante ¿Para qué utilizar algo con lo que yo me entretengo para aprender?.

Este triángulo TICs-aprendizaje-aburrimiento termina de reforzarse para los jóvenes a causa del desconocimiento total en esta materia por parte de sus padres. Ellos, ven en cualquier dispositivo con pantalla y enchufado a la red una herramienta endiablada que mantiene «absorbidos» a sus hijos, en juegos y en conversaciones en chats de redes sociales. Se convierten así en Huérfanos Digitales.

Fotografía de Antoine Geiger

A la pregunta de si se trata de un problema de «tecno-adicción», estoy totalmente de acuerdo con la afirmación que hace Enrique Dans al respecto:

No, no existen adictos a la tecnología, ni adictos a los móviles, como no había adictos a jugar ni adictos a hablar por el teléfono fijo. Los móviles no son una droga, como no es una droga un ordenador y como no es una droga internet. Hay, simplemente, niños maleducados, o dejación de responsabilidad de sus padres a la hora de educarlos.

Y no, tampoco hay excusa para los padres y la famosa brecha digital, que en mi opinión ya casi es inexistente. No debe usarse esa excusa para despreocuparse de la responsabilidad de educar a nuestros hijos incluyendo educarlos en el uso de la tecnología, porque la tecnología no puede estar al margen. Por eso no, educarlos no conlleva privarlos del uso de la tecnología o del acceso a la misma hasta una determinada edad: lo que de hecho hay que intentar es que empiecen antes, y que tengan acceso a más tecnología, no a menos. Existen cantidad de juegos relacionados con las TIC que ayudan, ya desde una temprana edad, a desarrollar competencias y hábitos constructivos en el uso de las nuevas tecnologías. Términos como, «serious game» son los que SÍ deberían estar en boca de todos.

Jugar con tus hijos a iluminar LEDs, a hacer un robot o a programarlo, es una tarea que potencia los vínculos familiares y contribuye en gran medida al desarrollo de esas habilidades.

Me quedo como reflexión, con estas palabras:

Si no sabe educar a sus hijos, por su bien y por el de ellos, procure aprender. Pero la tecnología o los móviles no son el problema, el problema es usted. No hay niños adictos, hay niños maleducados. Es, simplemente, una cuestión de educación.

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